El Madrid, a la calle. No ganarán los blancos la Liga, a 19 puntos del Barça… y tampoco se podrán consolar con la Copa del Rey. El Leganés armó un estropicio de tal calibre en el Santiago Bernabéu que la crisis ya tiene unas dimensiones galácticas. Un modesto club madrileño, pero perfectamente entrenado por Asier Garitano, se cargó al grande de la capital, el que se cree que solo con la camiseta se ganan los partidos. Y no siempre puede ser así, no siempre la flor está de tu lado.

El Madrid juega al trantrán, sin ninguna convicción, a verlas venir, y ante equipos tan bien estructurados como el Leganés confiarse es un error que se paga caro. Carísimo. El ‘Lega’ se fue haciendo poco a poco con el control del partido ante un Madrid que no puso a prueba a Champagne ni una sola vez en la primera mitad, que solo cabe calificarse como desastrosa para los blancos.

Uno ya no sabe si es desidia, si es la situación que les atenaza o simplemente que no hay esquema de juego ni táctica y cuando desaparece la flor, lo que afloran son todas las miserias. Pero es que ya da igual que sea el equipo A o el B, el fútbol desapareció hace tiempo del Bernabéu.

Con las ideas claras, y sin variar su propuesta, los de Asier Garitano se fueron acercando poco a poco a las inmediaciones de Casilla hasta lograr su objetivo. A los 4 minutos, una falta lateral tirada por Beauvue pasó por el medio de la barrera y se estrelló en el palo. Primer aviso… y serio. Pero ni así despertó el Madrid, que fue jugando con fuego mientras los ‘pepineros’ se apoderaban de la posesión y ponían a prueba a Casilla, eso sí, con tímidas acciones de Brasanac y Gabriel.

Hasta que Achraf hizo de las suyas. Pasada la media hora, pase atrás fuerte y ‘envenebado’ a Nacho, el central no se lo espera y se pasó de frenada y Eraso, tras controlar y centrarse, conectó un impresionante zapatazo que se coló por la escuadra ante un atónito Casilla. Nada pudo hacer el meta catalán.

Ni por esas reaccionó el Madrid, cuya única propuesta antes del descanso fue un centro de Isco al que no llegó Benzema, mientras que en cambio pudo llegar el segundo del Leganés, tras otro error de Achraf en el despeje y el remate de Beauvue que dio en el palo de atrás.

Una pésima primera mitad del Real Madrid que dio paso a los silbidos de una grada abochornada.

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