Foley castigó a Jericho para que no pueda intervenir en esta lucha.
Luis Omar Rodríguez/@WICHO690
Mientras se anuncian a los 28 luchadores que acompañarán a Goldberg y a Brock Lesnar en la batalla real, se pacta la primera lucha de campeonato para el 29 de enero del 2017 en WWE Royal Rumble.
En los últimos cuatro meses, Kevin Owens ha dominado la marca de Monday Night como Campeón Universal de WWE al defender su presea ante los dos ex miembros de The Shield: Seth Rollins y el Campeón de los Estados Unidos Roman Reigns, gracias a que Chris Jericho le ha ayudado para poder seguir siendo el campeón.
Pero las interferencias de Jericho parecen haber llegado a su fin en WWE Royal Rumble. Debido a las acciones de Y2J que realizó en WWE Roadblock: End Of The Line al aplicarle el “Codebreaker” a Owens para descalificar a Reigns y poder que Owens siga como campeón; el Gerente General de Raw, Mick Foley, pactó en el penúltimo Raw del 2016 la revancha entre Owens y Reigns para WWE Royal Rumble, pero con una estipulación especial que sería un castigo para Jericho.
La estipulación que Foley escogió para la revancha en Royal Rumble, es que Jericho deberá estar dentro de una jaula para tiburones a una altura de casi 15 pies por encima del ring, mientras que Owens y Reigns se disputen el título; o de lo contrario, no podría seguir trabajando en WWE.
Sin Jericho que lo ayude: ¿Owens podrá retener bajo sus propios medios su título? o, ¿Reigns hará historia al tener dos títulos a la vez?
