La periodista Anabel Hernández a través de su columna en el portal dw.com reveló una investigación previamente clasificada realizada entre 2010 y 2011 por la Fiscalía Federal del Distrito Sur de Nueva York y la DEA. Esta investigación descubre un presunto financiamiento ilícito a la campaña de Andrés Manuel López Obrador en 2006 por parte del Cartel de Sinaloa, según fuentes confiables.

La investigación, revelada recientemente, presenta pruebas sólidas de que la organización criminal aportó entre 2 y 4 millones de dólares al equipo de campaña de Andrés Manuel López. Arturo Beltrán Leyva, alias «El Barbas», fue identificado como el responsable de entregar el dinero a miembros cercanos al presidente, a cambio de protección y la posibilidad de influir en el nombramiento del Procurador General de la República si López Obrador ganaba las elecciones.

La periodista señala en su columna:

La investigación, de la cual tuve conocimiento en 2020 como parte de una pesquisa de largo aliento iniciada en 2019, señala que Beltrán Leyva, un importante narcotraficante, obtenía ganancias colosales del tráfico de drogas, vinculándose con Joaquín Guzmán Loera, alias «El Chapo», e Ismael Zambada García, alias «El Mayo».

Por parte del Cartel de Sinaloa, los protagonistas de la trama fueron Edgar Valdez Villarreal, alias «La Barbie», Roberto Acosta Islas, alias «El R», y Roberto López Nájera. En el equipo de AMLO, Nicolás Mollinedo, conocido como Nico y chofer inseparable de AMLO desde el 2000 hasta el 2014, y Mauricio Soto Caballero, actualmente miembro de Morena y operador cercano al presidente, fueron señalados como los encargados de recibir y canalizar los fondos ilícitos.

Otro implicado en la trama es el empresario minero Francisco León García, alias «Pancho León», candidato a senador en 2006, desaparecido en 2007. Emilio Dipp Jones, empresario vinculado a actividades en Coahuila y Acapulco, también estuvo presente en las negociaciones.

La información obtenida por el gobierno de Estados Unidos durante dos años de investigación fue corroborada por testigos cercanos al equipo de AMLO y miembros del Cartel de Sinaloa. El documento clave, titulado «Operación Polanco», detalla la trama y revela que todo comenzó en 2005 durante una reunión en Nuevo Vallarta, Nayarit.

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