Alrededor de 90 minutos de lluvias intensas bastaron para que la ciudad de Monterrey, Nuevo León, se viera envuelta en una ola de deslaves, encharcamientos, accidentes automovilísticos y presuntas desapariciones de habitantes.
Las precipitaciones de la ciudad anunciaban su llegada desde las catorce horas de la tarde del sábado con un cielo completamente nublado y ligera llovizna, horas más tarde se anunciaba la lluvia con más fuerza entre las veintidós y veinticuatro horas, para posteriormente culminar con una diluvio temporal de aproximadamente una hora con treinta minutos durante la madrugada del domingo.
Los accidentes no se hicieron esperar, múltiples cruces de la ciudad y pasos a desnivel fueron cerrados por las unidades de seguridad del estado cuya función principal de la noche era realizar el operativo semanal de antialcohólicas, sin embargo las inclemencias del tiempo los obligaron a actuar de manera inmediata para evitar más accidentes.
Entre los puntos más críticos se ubican el cruce de la avenida Eugenio Garza Sada a la altura de la calle tauro dónde al menos 8 automóviles se quedaron atrapados debido al creciente encharcamiento registrado durante la madrugada, al sur de la ciudad un auto tipo Ibiza fue impactado por la parte trasera cuando, al frenar de manera repentina, un camión no pudo detenerse provocando la colisión.
Los reportes actuales solo han arrojado autos atrapados en las inundaciones como en el multimodal de Zaragoza dónde una camioneta blanca quedó atrapada al intentar salir, impactos por alcances, un deslave en bulevar Miguel de la Madrid dónde una corriente que baja por la colonia provocó el desmoronamiento.
