El intruso asteroide Oumuanua, que fue detectado recientemente proveniente de otro sistema solar, está girando caóticamente y continuará haciéndolo durante más de 1.000 millones de años.

Esa es la conclusión a la que llegó una investigación realizada en Belfast, Irlanda del Norte, que examinó a detalle la luz que se refleja del asteroide Oumuanua —que tiene forma de cigarro— desde afuera de nuestro sistema solar.

«En algún momento u otro hubo una colisión», comentó el doctor Wes Fraser, de la Queen´s University en Belfast.

El reciente estudio de su equipo de investigadores se emitirá en el programa de la BBC Sky at Night y se publicó en el sitio especializado Nature Astronomy.

Se trata de un hecho intrigante más de este extraño objeto que ha fascinado a los científicos desde que lo descubrieron en octubre de 2017.

Oumuamua proviene de un sistema estelar diferente. Su trayectoria a través del espacio confirma que no se originó en nuestro vecindario solar.

Inicialmente, se creyó que el objeto podría ser un cometa, pero no tenía el comportamiento clásico que se espera de estos viajeros cósmicos, como una cola de partículas de polvo y hielo.

Probablemente se trate de un asteroide, aunque tenga un aspecto muy peculiar. Se le ha descrito como parecido a un cigarro o a un cocombro, 10 veces más largo que ancho.

Los científicos de Queen´s querían determinar la naturaleza exacta del objeto y medir su rotación. Para hacer esto, el grupo estudió la variación de su brillantez a lo largo del tiempo.

Casi inmediatamente, el doctor Fraser y sus colegas pudieron darse cuenta de que no rotaba periódicamente como muchos pequeños asteroides, sino que giraba caóticamente, tambaleándose.

En el programa Sky at Night de la BBC, el investigador ilustra el efecto con la ayuda de una raqueta de tenis de mesa.

El profesor Fraser demuestra los diferentes tipos de giros con una raqueta de tenis de mesa.
Image captionArrojada de una manera, la raqueta gira de forma pareja en torno a un eje.

Si se arroja al aire de una manera, girará parejamente en torno a un solo eje. Pero si se arroja de otra manera, es posible hacer que la raqueta gire de una forma aparentemente desorganizada.

«Muy rápidamente empieza a bambolearse caóticamente y eso es lo que llamamos tambaleo», comenta.

La explicación más probable es que Oumuamua fue impactado por otro objeto en algún momento de su historia.

El equipo no puede decir con exactitud qué ocurrió pero lo que sí saben es que continuará tambaleándose al menos 1.000 millones de años más.

«En la actualidad, el tambaleo causa tensiones y forcejeos internos que lenta pero decididamente tiran y comprimen el objeto de la misma manera que las mareas en la Tierra, para restarle energía a los giros, explica el doctor Fraser. Este proceso de disminución toma un tiempo muy, muy largo.

El doctor Fraser dice que es razonable suponer que la colisión de Oumuama ocurrió en su propio sistema estelar, antes de que fuera expulsado del mismo.

«Es difícil saber si sucedió durante la formación planetaria o después de esta», explica. «Ciertamente ocurren más colisiones cuando los planetas nacen que después, así que es una buena especulación. Desafortunadamente no podemos obtener una imagen de alta resolución de esta cosa para ver que tipo de cráter tiene que podría atribuirse a la colisión que la hace tambalear».

Ilustración del LSST (Foto: LSST)
Image captionEl telescopio LSST debería entrar en funcionamiento en los próximos años. (Foto: LSST)

Ahora se ha iniciado la búsqueda de más objetos con las características del Oumuamua. De este descubrimiento se puede deducir que hay unos 10.000 atravesando nuestro Sistema Solar dentro de la órbita de Neptuno.

El problema es que son tan pequeños y oscuros que son muy difíciles de detectar.

Sin embargo, hay un nuevo observatorio que se está construyendo en el norte de Chile y que podría cambiar las cosas completamente.

Se le conoce como el Gran Telescopio para Rastreos Sinópticos (LSST, por sus siglas en inglés) que debería entrar en funcionamiento en un par de años.

Con un espejo primario de 8,4 metros y una cámara súper digital, tendrá la capacidad de obtener imágenes de todo el firmamento visible desde su localización en Chile en unas cuantas noches.

Cualquier cosa que se esté moviendo en el cielo tendrá poca probabilidad de escapar la atención del LSST.

«Básicamente es la herramienta perfecta para encontrar objetos como Oumuamua. Anticipamos detectar centenares de estos con el LSST», asegura Fraser.

Con información de la BBC

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