Han pasado varios días desde la fastuosa presentación de la candidatura compartida por Estados Unidos, Canada y México para la sede del mundial de 2026. Desde ese momento y a la fecha, muchos especialistas han compartido la idea que los diez partidos que le tocarían a México son simples migajas de un pastel que será devorado en su totalidad por los Estados Unidos. Pero en lo que si existe cierta divergencia, es sí FEMEXFUT debió lanzar una candidatura independiente para otro mundial.

Hay quienes expresan que, en nueve años, México no podría sostener un mundial de 48 países, ya que carece de suficiente infraestructura deportiva y de servicios. Ante esto, hay voces como la del Tuca Ferretti, quien expresa que el país si podría liderar un evento de tamaña envergadura.

Como la mayoría de los medios, no sé sí por alguna línea política, han coincidido en la imposibilidad; trataré de imaginar el otro escenario. México cuenta con 32 Estados. El mundial está pensado para 48 selecciones que se dividirán en 16 grupos. Lo que nos hace pensar que como mínimo se necesitarían 16 estadios, porque, en primera fase, en cada sede habrían tres equipos; los cuales jugarían tres partidos.

Actualmente, los Estados que cuentan con Fútbol de primera división son: Distrito Federal, Estado de México, Guadalajara, Monterrey, Puebla, Veracruz, Guanajuato, Chiapas, Hidalgo, Tijuana, Coahuila, Michoacan y Aguascalientes. Lo que da un total de 13 posibles sedes. Si pensamos en cuatro emergentes, de la división de ascenso se podrían rescatar: Quintana Roo, Campeche, Sinaloa y Tamaulipas. Teniendo en total 17 sedes posibles.

Si bien, muchas voces se alzarían por el dinero que México debería invertir para ajustar ciertas cosas de los estadios, hoteles, aeropuertos y carreteras; la derrama económica del evento por sí sólo, recupera el doble o hasta el triple de la inversión inicial. En el caso de Brasil la recuperación fue al cuádruple por ciento, además que les quedó nueva infraestructura.

¿A usted le incomodaría que gracias al mundial las carreteras y aeropuertos de su Estado fueran reparadas? ¿Cuántas empresas mexicanas darían empleo para construir o remodelar estadios, aeropuertos, hoteles y carreteras durante este periodo previo al mundial? ¿Le molestarían mejores servicios de internet, televisión,  telefonía fija y celular? ¿Cuánto dinero entraría al país por los turistas que siguiendo a sus selecciones, se hospedarían  en los estados que salieran beneficiados de albergar la justa? ¿Usted cree que no ganaría dinero desde la colosal empresa hospitalaria hasta el señor que vende dulces en una esquina? ¿Le incomodaría que muchos turistas gastaran su dinero en desplazarse a los otros estados para conocer sus selvas, playas y zonas arqueológicas?

Todo suena lindo ¿No? Pero ¿Qué cree? Gracias a la negociación de la FEMEXFUT, todo esa inversión y derrama económica, no llegará a México; sino a Estados Unidos. Durante todo el periodo de gestación de la copa, ellos se quedarán con los empleos e infraestructura que le pudo tocar a nuestro país y durante el evento, ellos absorberán a todo el turismo mundial. ¿Por qué se aceptó esto, dirá usted? Y tristemente, todo a punta a un acuerdo político. No quiero especular, pero ¿Acaso la administración mexicana querrá ponerse en gracia con Donald Trump? ¿Será otra dádiva, como lo fue la deportación del Chapo Guzman? Se lo dejo a su consideración.

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