Está por terminar el año 2018 e iniciar otro, y todavía tenemos gente ya bastante grandecita que se sigue creyendo “investigador de lo paranormal” solo porque se mete a panteones por la noche a tomar vídeo y fotografías.

Sería bueno que supieran que eso no es investigar, el jugar al cazafantasmas no aporta nada a la investigación de estos temas. Investigar es desmitificar, no perder el tiempo en cosas que carecen de importancia. 

No lo negamos, sí existen fenómenos anómalos que a todos nos han sacado de onda en más de una ocasión, los cuales aparentan no tener una posible explicación que esté dentro de la lógica o lo racional, por lo que algunos los clasifican como paranormales, o erróneamente les llaman sobrenaturales.

Aunque ambos términos, paranormal y sobrenatural, son ciertamente algo errados, pues el decir que son paranormales es decir que están fuera de lo normal, cuando en realidad existe bastante documentación de reportes de presuntos fenómenos paranormales a lo largo de la historia de casi todos los pueblos y ciudades, lo que en alguna medida les quita lo extraordinario a los mismos, aunque no lo misterioso.

Por otro lado, el llamarles sobrenaturales, es exagerar la nota y sería tanto como mentir, pues no existe ninguna evidencia real y constatable de que en el mundo haya algo de índole sobrenatural. Así de simple. 

Por el lado del fenómeno ovni cada día surgen más páginas de internet dedicadas a difundir engaños y fraudes con la temática de los extraterrestres, esto además de afectar de manera negativa a la ufología, pues solo la degrada a vil charlatanería, pone de manifiesto una severa crisis existencial en esas personas, que por su soledad cósmica necesitan de inventar para ellos la presencia de seres de otros mundos que le pongan atención a sus vidas, pues las personas que los rodean no les ponen la atención que ellos desean. 

Los engaños eran muy artesanales al principio, pero al pasar de los años la tecnología del video y la fotografía digital ha sido una gran herramienta para los timadores y fanáticos del tema ovni, para así atraer más aficionados con abismos existenciales que necesitan creer en extraterrestres para estar tranquilos en su mundo. Esta situación es más lamentable de lo que aparenta, pues no ha faltado quien ha lucrado abusivamente de este tipo de aficionados y fanáticos.

No ha faltado quien ha alzado la voz al aire diciendo que grupos de poder secretos intentan dominar, o ya dominan al mundo. Lamentablemente estas falsas conspiraciones que tienen por personajes principales a extraterrestres reptilianos, pleyadianos, anunakis o Iluminatis, en realidad tienen algo de cierto, pero sus reales participes son los grupos que desean promover ideas de odio en base a la religión o a políticas nacionalistas y/o socialistas que solo desean imponer, limites, barreras y cadenas a todas las personas. 

La globalización, eso que tanto permitió que avanzara y progresara el mundo, tiene un gran enemigo ahora con los grupos separatistas, radicales y fundamentalistas, ya sean religiosos o políticos, que solo desean siervos o robots bajo sus órdenes.

Los enemigos de la libertad de información son los mismos promotores de los bulos (falsas noticias). Pero depende de nosotros si vamos a permitir que regrese el neo-oscurantismo y tener ahora un nuevo renacimiento de la iluminación por el conocimiento de lo real, de esa cruda y bella realidad, que es lo único que nos permitirá avanzar en dirección de la razón y la lógica, y no a capricho de un líder viciado de poder y corrupción.

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