El abuso sexual es, y será siempre, la más horrible acción que se le puede hacer a un niño o niña. La pederastia está a la orden del día en México y el mundo, siendo en su mayoría los mismos padres, tíos, primos o abuelos quienes quedan impunes, pues por temor a hundir o desintegrar a la familia, no son denunciados y se convierten en dolorosos secretos familiares.

Sin embargo, existe también el abuso de poder dentro de los que deberían salvaguardar la tranquilidad de los ciudadanos, funcionarios públicos que también están inmersos en estos terribles actos.

“Desahogo sexual”

En El Jagüel, provincia de Buenos Aires, Argentina, Jorge Adrián Cardozo escandalizó a todo el mundo cuando envío unos audios vía WhatsApp donde relataba de forma descarada el abuso sexual que había hecho a su hija de 6 años, mientras a esta la cuidaba. En el audio, el relata con desfachatez como hizo que la pequeña le practicara sexo oral, se masturbó y tocó a la menor.

El juez que atendió el caso lo dejó libre, justificando que no fue abuso sexual por que “no había penetración”, y que el acusado había tenido solo un “desahogo sexual”. Finalmente, hace un par de días, tras la declaración de la niña, Cardozo fue detenido. #Loquieromuerto fue tendencia en Twitter.

“No sintió placer”

Un caso más cimbró las redes sociales, esta vez aquí en México, donde una pequeña de tan solo 10 años fue encontrada en la parte trasera del automóvil del Director de Recursos Humanos de la Policía de Puerto Vallarta, Luis Alonso “N”.

En menos que nada, la noticia ya era viral con el #LasNiñasNoSeTocan. La gota que derramó el vaso de la indignación fue que el juez que atendía el caso dijo que “no se considera corrupción de menores” porque la víctima “no sintió placer”. Afortunadamente, el juez ha sido suspendido y el acusado está en la cárcel. Así lo comunicó a través de sus redes sociales el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro.

Una avalancha de errores por parte de la justicia en cada caso, puesto que los comentarios misóginos, machistas y sin sentido de parte de los “jueces”.

Según el juez de Jalisco, para considerarse corrupción tiene que haber placer en la victima, dejando de lado que hablamos de una niña de 10 años. Funcionarios públicos, padres o familiares que sacian sus bajos instintos con los cuerpos de menores de edad, robando su inocencia, su pulcritud y dejando un recuerdo amargo de por vida, deben ser encarcelados. Porque por más ayuda psicológica que las victimas reciban, ya están marcadas y será difícil olvidar al verdugo de su niñez.

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