Dentro de la fenomenología relacionada a los ovnis, existe una en especial que sigue llamando mucho la atención de los aficionados y entusiastas de la ufología; se trata de los denominados ovnis invisibles o fortuitos, esos que no se ven a simple vista, pero salen en las fotografías.

¿Cómo surge este fenómeno? El inicio de esto se dio a principios del siglo XXI, ya que, en ocasiones, cuando las personas salían de paseo al monte, o a la ciudad, y tomaban fotografías de paisajes o lugares indistintos con sus cámaras digitales, repentinamente aparecen figuras de objetos que pasaron volando por el sitio que fue fotografiado. Normalmente son formas borrosas y mal enfocadas, en muchos casos tienen una forma parecida a la de un rombo.

Esto llamó la atención de algunos estudiosos del tema, pues las formas se asemejaban mucho a las típicas imágenes de “platillos voladores” u ovnis captados en el siglo pasado. Para algunos esto era una clara «prueba de tecnología superior alienígena».

No faltaron los autonombrados «contactados», quienes aseguraban que eso eran «evidencias» de la presencia extraterrestre en nuestro planeta.

Incluso, algunas personas se sentían algo sorprendidas, o incluso asustadas, cuando les tocaba ver que en sus fotografías salían esos insólitos objetos.

Tan solo el 1% de esas imágenes puede llegar a considerarse como un auténtico objeto volador no identificado.

No lo podemos negar, el fenómeno de los ovnis invisibles o fortuitos ha llamado la atención de muchas personas en todo el mundo, al grado de llegar a pensar de que se tratan de auténticas naves extraterrestres… pero en realidad no es así.

La gran mayoría de esos ovnis fortuitos solo se trata de aves o insectos, y solamente es un fenómeno visual. Tan solo el 1% de esas imágenes puede llegar a considerarse como un auténtico objeto volador no identificado.

Son un fenómeno visual que, para algunos, son un misterio, pero que tienen una explicación racional. Cuando las personas utilizan sus cámaras digitales, normalmente enfocan un objetivo central y sólo miran fijamente ese punto, buscando que se vea bien dicha imagen, casi nunca miran detenidamente la periferia para ver si hay algo pasando alrededor, y, al momento de tomar la fotografía, lo que enfocaron sale bien definido, pero todo lo que haya pasado volando alrededor del objeto principal saldrá mal enfocado y borroso.

Pero gracias a esta misma tecnología digital en imagen, que cada vez es mucho más avanzada, es más sencillo lograr definir si se trató de aves, insectos, alguna aeronave o incluso globos o basura arrastrada por el viento.

El verdadero estudio de la fotografía a nivel profesional entrena a los practicantes a saber identificar y definir trayectoria, tamaño, velocidad de vuelo, incluso, dependiendo de la calidad de la imagen, se puede identificar hasta la especie de ave o insecto que fue captado en la fotografía en ese momento.

Este misterio ya estaba resuelto para los investigadores, pero no para los aficionados novatos y pseudo-investigadores, quienes buscan resurgir este mito ya develado por auténticos ufólogos. Pero así son las cosas también con los temas de misterio, hay que repasar la historia y actualizar la información, porque si no se conoce su historia, se vuelve a caer en los mismos falsos mitos del pasado.

¡Que tengas una muy bella y desmitificante noche!

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