En las redes sociales son comunes los debates entre “derechistas” e “izquierdistas”, sin saber realmente lo que conlleva, o significa, una cosa o la otra. Incluso algunos de “izquierda” cometen la ironía de acusar de “derechairos” o “liberchairos” a los que defienden la libertad y la democracia.

Como es bien sabido “la verdad los hará libres, las creencias los esclavizarán”, y ahí está el actual negocio del movimiento “socialista” o “izquierdista” en nuestro país y, al parecer, en el mundo entero. Ellos censuran o atacan cualquier intento de cuestionamiento, o a quien ponga en duda sus palabras y sus actos. Eso es ir contra las libertades y derechos de toda persona.

Aunque también hay que decir que no se puede ser “libertario” y “creyente” al mismo tiempo, pues el libertarismo apoya las libertades y derechos humanos, mientras que las creencias religiosas esclavizan, suprimen las libertades y derechos. Hemos visto cierta bipolaridad, o doble moral, en varios casos entre los autonombrados “libertarios”.

«A los “borregos actuales” (igual que a los de hace 30 años), les gusta seguir a un “lobo” que los pastoree con bonitas palabras, inclusive lo defienden»

Los jóvenes de ahora creen que todo el conocimiento y saber del mundo está en el internet y no en los libros. En eso les llevamos una ventaja. De hecho, muchos jóvenes atacan al neoliberalismo sin siquiera saber de qué se trata.

El neoliberalismo es un movimiento o política que limita la intervención del Estado en los asuntos jurídicos y económicos del país, dejando los demás asuntos (como el desarrollo empresarial e industrial) a los ciudadanos. Por eso, a diferencia del fascismo que algunos regímenes quieren imponer de manera disimulada, el neoliberalismo apoya la globalización, la apertura de fronteras y, sobre todo, la unión de las personas de forma libre y organizada.

Inclusive, esta ideología utiliza algunas frases ya casi en desuso como: “Eres derecho o no lo eres”, como apología de ser honesto, justo y decente o no serlo; aunque parece que hoy en día los jóvenes prefieren creer lo que les conviene y les gusta, en lugar de aceptar y reconocer lo que es real.

La corrupción se da en todos los lados, derecha e izquierda por igual. Todos son iguales en ese aspecto e incluso caen en los extremos, unos más mortíferos y nefastos que otros. La diferencia es que unos te darán la libertad de elegir y trabajar por tu cuenta, mientras los otros te limitarán a hacer lo que ellos digan.

A los “borregos actuales” (igual que a los de hace 30 años), les gusta seguir a un “lobo” que los pastoree con bonitas palabras, inclusive lo defienden. La gente que no conoce la historia está condenada a repetirla, y lo estamos constatando una vez más.

Al final se harán los mártires, acusando al gobierno de no cumplir sus promesas; pero no querrán acordarse de que ellos fueron quienes los eligieron y hasta los defendieron.

Las “revoluciones de escritorio” actuales no sirven de nada. De nuevo la clase media, la clase trabajadora, tendrá que salvar al país, como siempre. Si quieres ser libre, tienes que ser derecho, así de simple.

¿Qué tanto te cuesta ser honesto, justo y decente? Será más caro pagar las consecuencias de no serlo.

PD: Yo no soy “libertario” ni de “derecha”, soy tecnócrata, pero eso ya es otra historia.

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