Las explosiones Kadhimiya, Jamia, Bagdad y el más mortífero en Ciudad Sadr.
En una de las jornadas mas sangrientas de los últimos meses, el grupo terrorista Estado Islámico mató al menos 93 personas y dejó 161 heridos durante tres explosiones de carros bombas en la capital iraquí, Bagdad.
El ataque más mortífero ocurrió en un mercado del barrio chita de Ciudad Sadr, en el norte de la capital, donde estalló un coche bomba durante la hora de mayor movimiento, solo aquí murieron 64 personas y hubo 84 heridos.
Las otras dos explosiones tuvieron lugar en Kadhimiya, al norte de la ciudad, y en Jamia, este.
El primer ataque se llevó a cabo cerca de las 10 horas locales. Un carro cargado de explosivos explotó cerca de una peluquería. La mayor parte de las víctimas son mujeres. Algunas de las personas que murieron en este atentado eran novias que se preparaban para el día de su casamiento.
Las explosiones se produjeron en medio de una crisis política. El Estado Islámico controla grandes partes del territorio del Norte y Occidente de Iraq. Las fuerzas gubernamentales, apoyados por los Estados Unidos y fuerzas paramilitares mayoritariamente chiitas, consiguieron reconquistar parte del territorio que había sido tomado por EL en 2014, pero aún no tiene éxito en impedir los ataques en Bagdad.
El último atentado reivindicado fue el día 1 de mayo, ocurrió en Samawa, región predominante chiita en el sur de Irak, donde un carro bomba ocasionó una explosión, matando al menos 33 personas.
La seguridad en el país ha sido gradualmente mejorada, pues hace una década era blanco diario de bombardeos, pero aún la violencia contra la fuerzas de seguridad y los civiles son frecuentes. Las zonas comerciales son blancos regulares para las explosiones.
Después del atentado, los habitantes de la zona protestaron contra el gobierno, culpándolos de la inseguridad. El clérigo Moqtada al Sadr, encabezó un movimiento de protesta, exigiendo un cambio de gabinete y reformas.