El Estado es el principal cliente de las empresas editoriales en México, y el recorte al presupuesto para la producción de libros pone a temblar a una industria que ya está en una situación complicada.

Para 2019, el proyecto de Presupuesto de Egresos contempla, en general, un monto de 4,035 millones de pesos para la producción y distribución de libros y materiales culturales. Es un descenso de 13% con respecto a 2018.

La entidad más afectada es la Comisión de Libros de Textos Gratuitos, al registrar una disminución de 22% en su presupuesto, hasta 1,976 millones de pesos. Le sigue el Fondo de Cultura Económica, con un recorte de 21%, a 305 millones de pesos.

Juan Arzoz, presidente de la Fundación Santillana, dice que la industria se verá perjudicada. “El recorte nos pegará directamente en la adquisición de libros de texto para secundaria (donde participa esta empresa), y no hay manera de surtir los libros si tenemos esta pérdida de ingreso”, comenta.

El recorte al presupuesto para la adquisición de libros se ha vuelto recurrente, pero hasta ahora el sector ha logrado salir adelante. “El año pasado estuvimos en una situación similar, pero nos enteramos antes de que se presentara el presupuesto y fuimos a la Cámara de Diputados, donde nos atendieron y conseguimos que nos dieran un incremento”, cuenta Arzoz.

Para lograr una vez más un aumento en el presupuesto, Carlos Anaya, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem), asegura que se ha reunido con algunos miembros de la Comisión de Educación para llegar a una acuerdo. “Les hemos señalado que se requieren alrededor de 2,500 millones de pesos para los programas de libros de texto gratuitos, para el programa de lectura para educación básica y el programa nacional de inglés”, afirma. Al sector también le preocupa saber qué pasará con el adeudo que Educal tiene con la industria editorial por los libros ya vendidos. Esa deuda es de más de 30 millones de pesos y tiene un retraso de más de 120 días.

Precisamente, Educal —la empresa del estado que distribuye y comercializa libros y productos culturales— es la que registra el mayor incremento al presupuesto para libros, con un alza de 10%, a 216 millones de pesos. En esta actividad le sigue Impresora y encuadernadora Progreso (Iepsa), otra empresa del gobierno, que tendrá un aumento de 3%, a 1,538 millones de pesos.

El presupuesto federal a la producción y distribución de libros impacta en la industria editorial. En 2017 se produjeron 294 millones de ejemplares, de los cuales la industria privada publicó 134 millones, y el 31% se destinó para los programas de libros de textos gratuitos. Los otros 92 millones van directo al mercado, y los restantes 159 millones son los que produce directamente el Estado, según datos de la Caniem.

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