Guadalajara, Jalisco.- Desde el Hospital de Especialidades del Insituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en el estado de Jalisco, Ramón Iván Dios Pérez, jefe del servicio de Urgencias, declaró que un estilo de vida descuidado en diabéticos tiene consecuencias graves.

El doctor señaló que tener más hambre, más sed y ganas de orinar, además de dolor abdominal, pueden ser síntomas de una descompensación en pacientes diabéticos, posterior a la temporada navideña.

En diciembre y enero, de cada año, más personas acuden al hospital a consecuencia del consumo de platillos de la temporada, muchas personas con patologías crónico-degenerativas ponen en riesgo su salud.

Las consecuencias por alimentarnos mal -teniendo diabetes- pueden ser: entrar en un estado de choque, la pérdida del estado de alerta o probablemente caer en coma.

Un diabético tipo uno, deja de tener un flujo sanguíneo adecuado en los tejidos, lo que ocasiona insuficiencia renal aguda, edema cerebral e incluso muerte.

Los tipo dos, pueden presentar un cuadro clínico asociado al estado hiperosmolar, es decir, una disminución de la circulación intestinal, pérdida de la conciencia e igualmente estado de choque, siendo necesaria una intervención urgente que termine incluso en terapia intensiva.

El jefe del Servicio de Urgencias especificó que una vez diagnosticada la diabetes, «téngase la edad que se tenga, no basta con que el paciente sea disciplinado en su tratamiento médico, sino que la alimentación y el ejercicio son parte fundamental del bienestar personal».

Destacó que si se presentan los síntomas mencionados al principio de la nota, se necesitará de ayuda especializada de manera inmediata, también mencionó que si hay además una debilidad extrema, resequedad importante en la boca y respiración agitada, la persona debe ser llevada a un servicio de urgencias.

«Para evitar esto, se pueden monitorear los niveles de glucosa en casa antes del desayuno, además de mantener un estilo de vida saludable», Ramón Iván Dios Pérez.

El especialista Ramón Iván Dios Pérez, destacó que, si no hay síntomas claros de diabetes, pero la cantidad de glucosa en sangre es alta, el médico familiar puede hacer un reajuste en el tratamiento.

«Si hay sintomatología, luego de la estabilización en una unidad hospitalaria se determinarán las causas de la recaída; y el doctor aconsejará el tratamiento más adecuado para cada persona», finalizó.

Con información de Notimex.

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