Hoy se estrenó en Netflix el especial de Franco Escamilla “Por la anécdota”, un show de stand up divertido, pero que no cumplió con las expectativas generadas por la plataforma de streaming, la prensa nacional y el mismo comediante.

Lo que se esperaba como un stand up – documental de su gira mundial “Por la anécdota”, realizada en el 2017, se quedó solamente en un intro de tres minutos con imágenes desordenadas de la misma; una mera “anécdota” que dio paso a una “rutina convencional” ofrecida en la Arena Ciudad de México, ante 10,000 personas, el 3 de diciembre del año pasado.

La gira “Por la anécdota” de Franco Escamilla abarcó Japón, Holanda, España, Alemania, Inglaterra, Francia, Estados Unidos, Sudamérica y un largo etcétera. Es una lástima que tal despliegue de recursos y logística no se haya podido reflejar en un trabajo documental aceptable.

El show

Si analizamos la comedia de Franco Escamilla en este especial, debemos reconocer que es una rutina divertida, con un estilo muy trabajado, una conexión muy íntima con su público y, en general, con un nivel de calidad superior a la media de los comediantes de stand up en México.

La premisa del show es interesante, después de agotar tus anécdotas personales en los primeros años de carrera, ¿Cómo generar nuevo contenido?

Esta autocritica es pertinente debido a que pareciera que los mejores momentos de Franco Escamilla se encuentran colgados en YouTube, en los videos que los llevaron a la fama,  y no en sus presentaciones recientes.

Generar nuevas rutinas es el “talón de Aquiles” de muchos comediantes, sin embargo, Franco Escamilla sale bien librado en este especial, su debut en Netflix.

La expectativa rota

“Por la anécdota” representaba una oportunidad para diferenciar el trabajo de Franco Escamilla respecto a los demás “standoperos” nacionales; es más, no recuerdo que alguno de los comediantes consagrados en el catálogo de Netflix (llámese Louis CK, Jerry Seinfeld, Chris Rock o Ricky Gervais) haya realizado algo tan ambicioso como lo pretendido por el mexicano y su world tour.

Lamentablemente, la expectativa generada se derrumbó con ese descuidado intro – resumen de tres minutos.

Un trabajo que pudo competir en trascendencia, por poner un ejemplo, con el documental Comedian (2002) estelarizado por Jerry Seinfeld y dirigido por Christian Charles (disponible en Netflix); se quedó como un show de “stand up convencional” como los de Carlos Ballarta o Ricardo O´Farrill.

Pareciera que el director Ulises Valencia y el mismo Franco Escamilla no supieron trabajar con lo conseguido en esa gira y vieron en su “debut” en Netflix solamente la meta, no la plataforma para trascender a otro nivel.

Esperemos que el material visual recabado durante la gira “Por la anécdota” pueda ver la luz de una manera distinta, más ambiciosa, en un formato que haga justicia al arrojo de su concepto original.

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