El estilo es el reflejo de quien eres. Y tú ¿Tienes un estilo genuino?

Según la famosa diseñadora Coco Chanel las modas pasan, pero el estilo permanece.

Entonces si nos basamos en ese concepto, el buen gusto no es estar a la moda, ni imitar a quien si lo está, si no más bien balancear correctamente nuestros atuendos para así no irnos a extremos, es decir, es buscar un equilibrio entre lo sobrio, coqueteando con lo atrevido, pero sin caer en lo vulgar.

Es por esta razón que el buen gusto, es quizás lo más difícil de lograr, pero una vez que lo has conseguido, sin duda es aceptado por la mayoría porque  saltaras a la vista ya que conseguiste ese punto medio de ponerte tus prendas favoritas y lo que jamás te pondrías.

A diferencia de la elegancia, el buen gusto si lo podemos ir educando. Esto, porque la primera no es un atuendo, es una actitud, esta persona que nace elegante, usa con seguridad y buen gusto lo que lleva puesto.
Pero no te preocupes, el detalle importante es imprimir tu sello propio en tus atuendos, eso es lo que lo hará diferente, personal, y elegante, siempre y cuando este elegido con cordura y equilibrio.

El diseñador Giorgio Armani ha declarado que la elegancia no es ser notada, sino recordada, y es que tener estilo, no siempre significa ser elegante.

El estilo es una manifestación de tu personalidad, es el reflejo de quién eres a través de lo que te pones, aunque no siempre sea de buen gusto y elegante.

Y quizás para muchos tu estilo no será el mejor o con el que se identifiquen, pero es lo que te define,  por ejemplo los punk, sin duda alguna no son los más elegantes, pero no podemos negar que tienen un estilo propio.

Así que es así como poco a poco podrás definir e ir descubriendo el tuyo, esto te lo puede dar una serie de certezas como tú personalidad, a lo que te dedicas, la razón por la que estas ahí, y lo más importante hacia dónde quieres ir o llegar, todo esto te define, tu forma de moverte, de hablar y expresarte, es un conjunto que conforma tu ser, tu persona…es tu identidad.

Al final, recuerda que todo se reduce en equilibrar con cordura y buenas elecciones.