La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, emprendió este lunes un viaje diplomático a Canadá para participar en la cumbre del G7, un foro reservado históricamente para las economías más industrializadas del planeta. La mandataria salió desde la Ciudad de México en un vuelo comercial de Air Canada con destino a Vancouver, donde realizará una escala técnica antes de trasladarse a Calgary, sede de la 51ª edición del encuentro internacional.
Aunque México no forma parte oficialmente del G7, la presencia de Sheinbaum responde a una invitación especial en calidad de observadora estratégica, una práctica cada vez más común para incluir a naciones clave en debates globales sobre economía, clima y seguridad. Su participación busca proyectar una política exterior activa y reafirmar los vínculos con sus principales socios comerciales: Estados Unidos y Canadá.
Uno de los momentos más esperados de su agenda será la reunión bilateral con el expresidente estadounidense Donald Trump, quien recientemente ha retomado fuerza política rumbo a las elecciones de noviembre. El encuentro está programado para el martes y tendrá una duración estimada de una hora. La conversación ocurre en un contexto delicado, marcado por operativos de redadas migratorias en territorio estadounidense que han generado preocupación entre las comunidades mexicanas.
“Sheinbaum ha sido clara: su prioridad será la defensa de los derechos de los connacionales en Estados Unidos”, aseguró un vocero de la delegación mexicana antes del viaje. Aunque no se han revelado mayores detalles de los temas a discutir, se espera que la migración, el comercio y el T-MEC ocupen un lugar central en la charla.
Además de Trump, la presidenta mexicana también sostendrá una reunión con el primer ministro canadiense, Mark Carney, economista de alto perfil que asumió el liderazgo del gobierno canadiense tras las recientes elecciones. Esta será su primera interacción cara a cara con Sheinbaum desde que ambos asumieron sus respectivos cargos.
La cumbre del G7 se desarrollará bajo estrictas medidas de seguridad, con especial atención a la situación geopolítica mundial. La guerra en Ucrania, el conflicto en Medio Oriente y la transición energética son algunos de los temas que dominarán la agenda multilateral, a la que México aspira a aportar una visión desde el Sur Global.
El viaje de Sheinbaum no solo tiene implicaciones diplomáticas, sino también simbólicas: al optar por un vuelo comercial y mantener una agenda compacta, la presidenta busca enviar un mensaje de austeridad y cercanía, en línea con el discurso que la llevó al poder. Las próximas horas serán clave para observar el tono y los resultados de sus primeros pasos en la arena internacional.