Al menos ocho paramédicos que laboraban en Cruz Verde Monterrey fueron despedidos sin justificación y hasta el momento no les han entregado su finiquito.
Monterrey.- Ya ha pasado más de dos mes desde que personal de Gobierno del Estado metió mano en la Cruz Verde Monterrey no sólo haciendo auditoría, sino cortando cabezas de paramédicos nuevos o experimentados.
La cuestión es que por lo menos a ocho de los rescatistas les han dado largas y más largas para entregarles su finiquito.
Cualquiera pensaría que al momento de notificarles su baja les habrían hecho firmar su carta de despido o al menos su «renuncia voluntaria» como mañosamente han comenzado a acostumbrar tanto empresas privadas como instituciones de gobierno desde hace algunos años, sin embargo no fue así, simplemente les dijeron » ´pa su casa que aquí ya no cabe y háblenos luego para darle su finiquito», cosa que hasta el momento nomás no ha pasado.
Los afectados ya se sienten burlados y hasta temen que por no haber documento alguno que avale su despido los vayan a dejar sin su liquidación, misma que en la mayoría de los casos no es una cifra pequeña, pues algunos se han asesorado y al menos les corresponden 30 mil pesos por 7 meses o un año de trabajo, aunque el caso de mayor antigüedad es de 35 años en la institución, así que haga cuentas de lo que le deben dar por toda una vida entregada a la institución.
Señalan los afectados que el argumento para no entregarles su finiquito es que simplemente no hay recursos, que hablen el viernes, y luego que el lunes y ahora resulta que hasta dentro de tres semanas vuelvan a comunicarse para ver si acaso ya les pueden dar su liquidación, para entonces ya habrán pasado tres meses en lo que además de estar sin trabajo, no pueden disponer de lo que legalmente les corresponde y que los responsables de su despido no les quieren dar.
Lo que ha trascendido entre los despedidos es que la intención es poco a poco ir corriendo a todo el personal operativo para ingresar gente nueva. Lo cierto es que tienen derecho a hacer los cambios que crean convenientes para bien de la institución, pero lo que no se vale es que se claven la lana de las liquidaciones y luego vayan a parar a alguna campaña electoral…
Esperemos que no sean tranzas y más pronto que tarde les finiquiten sus meses o años de trabajo.
