¡Madre!: La Hora Santa de Aronofsky

El filme, protagonizado por la estadounidense Jennifer Lawrence (Los juegos del hambre, 2012), y el español Javier Bardem (Vicky Cristina Barcelona, 2008), crea una distopia que transcurre en una casa en medio de la nada. El espectador, no sabe qué esperar, no conoce los nombres de los protagonistas. Sólo dos cosas se conocen desde un inicio: Él es un escritor y Ella, quien al final se entiende que es Madre, es su musa.

Es difícil clasificar a ¡Madre!, no se puede encasillar como drama, ni como un thriller, quizá lo mejor es definirla como una mezcla de las dos. Los primeros minutos se transcurren lentos, se muestra de dónde nace el centro de aquella casa consumida por el fuego: de un cristal que tiene fuego por dentro.

Así, cuando él coloca el cristal en su lugar, se muestra en las siguientes escenas, cómo la casa, consumida por un incendio, se limpia. Muta y se convierte en un nuevo paraíso, que ella busca crear. Todo se convierte en algo más complejo conforme pasa el tiempo.

Cuando llega Ed Harris a la pantalla, tan de pronto, se conoce que las cosas van a cambiar rápidamente. Especialmente por la constante negación de ella de recibir visitas inesperadas. A éstas se le unen las llegadas de Michelle Pfeiffer a la pantalla, y de sus hijos en el filme, crean en Lawrence, una pesadilla vuelta realidad.

Jennifer Lawrence se lleva la distinción de la película, con una actuación que hace sentir al espectador, e incluso, lleva apartar la vista de la pantalla en ciertas ocasiones. Bardem, al contrario, busca que, quien mire la cinta, no quite los ojos de ésta. Y lo logra.

Definitivamente, no es un filme para todos. Pero muestra una realidad que se presenta actualmente en el mundo. El del crecimiento de los grupos extremistas, y sobre todo, el cómo el hombre admira a quien no debería.

Aronosfky crea una mezcla entre dos temas polémicos: la Biblia y la vida de la élite hollywoodense. La primera, porque es claro que ¡Madre! es sobre el pasaje del génesis, sobre la creación del mundo, y que,

Bardem, representa a un Dios del antiguo testamento; y la segunda, porque, al mundo en el que él publica un nuevo texto, comienza a recibir la atención obsesiva que los medios de comunicación, y los paparazzi le otorgan a los nuevos famosos.

Algo es seguro, ¡Madre! crea controversia en el cine, hace que el espectador se pregunte sobre su mundo y manera de vivir. Lo cual, hoy en día, no es una mala idea.