La semana pasada en Amberes, Bégica. Un grupo de 40 personas, miembros del partido de extremista derecha Vlaams Belang (VB), se presentaron en una manifestación frente a la Muslim Expo, una feria que aborda la cultura y el estilo de vida de los musulmanes con carteles que decían «Fuera el pañuelo» o «Stop al Islam».
Ante la sorpresa de todos, apareció Zakia Belkhiri, una veinteañera que con su cabeza cubierta y su teléfono móvil comenzó a hacerse selfies con aquellos que atacaban su identidad dejándoles atónitos.
«Al principio resultó una situación extraña, luego se convirtió en algo gracioso. Ella logró que los que protestaban fueran los que se sintieran incómodos», cuenta el fotógrafo Jurgen Augusteyns a la publicación Verne.
En la manifestación estaba presente el líder del partido, Filip Dewinter que gritaba «Vete a tu casa, Islam» o «No al Halal». Ante tales exclamaciones Zakia se tomó varias selfies con él haciendo el signo de la paz con los dedos.
Una mujer miembro del VB comenzó a decirle a Zakia que su religión no permitía el uso de teléfonos celulares. Zakia se rió y le dijo que debería de aprender lo que realmente significa el Islam en vez de decir tonterías.
Vlaams Belang es el partido heredero del Vlaams Blok (Bloque Flamenco) que en 2004 tuvo que cambiar de nombre tras ser condenado por racista. Entre los intereses del partido se encuentran su posición contra la inmigración y la lucha por la independencia de Flandes, donde vive el 60 por ciento de la población belga.
El gesto de la joven no disolvió la manifestación, pero sí les dejó sin discurso.