Con un mensaje contundente lleno de amenazas de muerte para aquellos que de una u otra forma están involucrados en el crimen organizado, tráfico de drogas, adictos y policías corruptos, el presidente electo Rodrigo Duterte, conocido como el castigador, se ha hecho sentir en tierras filipinas.
«Estos hijos de put* están destruyendo a nuestros hijos advierto, no se metan en eso incluso si son policías, porque les mataré si conocéis algún adicto, ir y matarlo vosotros mismos porque conseguir que sus padres lo hagan será muy doloroso», exclamó Duterte.
En sus discursos de campaña Duterte había enviado mensajes a los narcotraficantes de que debían prepararse, porque su mandato tendrá como objetivo acabarlos para apilar sus cadáveres uno encima de otro; alocuciones que lo han convertido para muchos en un héroe antisistema.
Asimismo el mandatario se refirió con duras críticas a los policía implicados con el negocio ilícito de la droga, manifestando que con los agentes involucrados se haría “un buen negocio con los funerales previstos”.
En su discurso de posesión realizado en el palacio presidencial de Malacanang aseveró que vendrán «días muy oscuros pero serán sobrellevables en una sociedad disciplinada y cumplida».
A pesar de las duras criticas contra la posible reimposición de la pena de muerte, el ahorcamiento preferiblemente, por parte de nacionales filipinos, dirigentes internacionales u organismos como la ONU, Duterte se muestra firme exclamando frases como la siguiente:
«Jódete, Naciones Unidas. Si no puedes resolver la carnicería de Oriente Medio, y ni siquiera puede meter un dedo en las matanzas de África para salvar a los negros, mejor estate calladito».
Por otro lado se ha referido a endurecer la campaña contra la milicia de Abu Sayyaf, fundada en 1991 por Abdurajak Abudakar Janjalani como división del frente moro, quienes planean ejecutar a Robert Hall de ciudadanía canadiense a quien tienen como rehén.
Muchos politólogos y especialistas afirman que el ascenso al poder de Duterte se debe a su estilo firme y autoritario.