Ayer domingo, Tatiana abarrotó la Arena Monterrey ofreciendo un espectáculo que hizo brincar y cantar a miles de niños de todas las edades, demostrando así que sus canciones son atemporales y que la cantante es “profeta en su tierra”.

Tatiana saldó con creces su ausencia de dos años en el recinto, ofreciendo una buena producción, colorida, con invitados sorpresa y el carisma que caracteriza a la regia. La respalda una carrera de 23 años cantándole al público infantil de México y Latinoamérica.

El “festejo adelantado” del Día del Niño comenzó en punto de las 5 de la tarde, cuando un payaso recibió al público y en medio de bromas y concursos dio tiempo a que la gente siguiera ingresando a la Arena para tomar sus asientos.

Cuando el anfitrión anunció a Tatiana y se apagaron las luces de la Arena Monterrey, los niños contemplaron con asombro como la regiomontana aparecía en las gradas, cantando entre fuegos artificiales y viajando mágicamente de un lado a otro del recinto.

Un escenario con tres pantallas la recibió, mientras que un ejército de agiles bailarines y botargas de sus personajes la acompañaron en el viaje a través del tiempo que ofreció a su público, éxitos como “Chango Marango”, “Pin Pon” y “La gusana Viviana” (en la que ofreció un sentido mensaje contra el bulling) rememoraron los inicios de su carrera.

El primer invitado especial de Tatiana fue Edwin Luna, vocalista de La Trakalosa de Monterrey, con quien interpretó la canción “Ser un niño está genial”, incluida en el disco “Salta sin parar” lanzado en el 2015.

Otro invitado fue Morenito de fuego, cuyo ritmo urbano le dio vida a la canción «El Rap del Perico» a la vez que interactuaba con los niños.

Pirotecnia, rayos laser y muchos colores impresionaron a los pequeños mientras escuchaban temas como “La patita Lulú” y  “Pelos”, clásicos que no podían quedar fuera del setlist.

La nostalgia se hizo presente cuando Tatiana interpretó “Chicas de hoy”, una de las primeras canciones de su carrera, antes de su etapa como cantante infantil, y que aun representa un canto de aliento feminista para muchas de sus fans.

Merecen mención dos interpretaciones de su disco más reciente, la canción “Salta sin parar”, que hizo brincar a miles de niños en el recinto y “No me quiero bañar”, para la cual, una lluvia de globos blancos y transparentes cayeron sobre el público convirtiendo a la Arena Monterrey en una gigantesca bañera llena de burbujas.

El momento más emotivo de la noche fue cuando Tatiana descendió de las alturas sentada en una estrella, volando de lado a lado del recinto y cantando para todos los niños que la admiraban sorprendidos.

Su fans podrán revivir esta presentación a través del video «Sonríe, Sonríe», grabado con escenas del público asistente a este show y con planes de estrenarse en breve. Asimismo, la cantante anunció la filmación de una película infantil en 3D que se encuentra en fase de preproducción.

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