El mundo puso los ojos directamente en la deportista Simone Biles, superestrella de la gimnasia y ganadora de seis medallas en Rio 2016, que sorprendió al retirarse después de la primera prueba en la ronda final de Salto a caballo, donde sus puntajes no fueron los esperados el pasado 27 de julio, en Tokio, Japón.

Desmintió que su retirada haya tenido que ver con alguna lesión, como se afirmó en un principio, la causa fue su salud mental, le confirmó a la BBC.

«Después de la actuación que hice, simplemente no quería seguir. Tengo que concentrarme en mi salud mental. Simplemente creo que la salud mental ha tomado más relevancia en los deportes en este momento», dijo Biles a los medios presentes en Tokio.

Más tarde, comentó en su cuenta de Instagram:

“No fue un día fácil ni el mejor, pero lo superé. Realmente siento que a veces tengo el peso del mundo sobre mis hombros. Sé que lo olvido y hago que parezca que la presión no me afecta, pero maldita sea, ¡a veces es difícil, jajaja! ¡Los Juegos Olímpicos no son una broma! PERO estoy feliz de que mi familia haya podido estar conmigo virtualmente, ¡Ellos significan mucho para mí!”

La salud mental es muy importante, y gran parte del tiempo no nos la tomamos en serio. El estrés y la presión siempre estarán presentes en nuestras vidas, de una u otra forma. Hablando de deportistas de alto rendimiento, con una exigencia altísima por darlo todo y ser el mejor, no es para menos que tengan a tope la presión de ganar; pero esta vez, la competidora Simone Biles puso por delante su salud mental, haciéndose de un enorme gesto hacia ella misma, procurándose y anteponiendo su sentir mental y físico.

La constitución de la OMS (Organización Mundial de la Salud) dice: “La salud mental es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. En pocas palabras, se considera a la salud mental como un todo, un conjunto de sensaciones en el ser, y no solo trastornos o discapacidades mentales.

Cabe mencionar que este acto de autocuidado que Simone Biles decidió por sobre sus competencias, medallas y títulos, es de suma sorpresa para el mundo del deporte, y concientiza, marca referencia e impulsa a ponerse por delante incluso de la gloria de un juego olímpico. Si bien son autoexigentes los atletas, con esto demostró un acto de amor propio hacia su estado físico y mental ante los ojos de todo el mundo.

Simone Biles volvió a ser noticia ayer domingo, pues la federación estadounidense, por medio de Twitter, anuncia que la campeona mundial se retira de la final de suelo y está pendiente su decisión sobre la barra de equilibrio:

“Simone se retira de la final de suelo y tomará una decisión sobre la barra de equilibrio (que se disputa el martes) más tarde”, declaró USA Gymnastics.

Simone Biles es muy activa en sus redes sociales, sobre todo en sus historias de Instagram, donde envía mensajes a sus fans (6.4 millones de seguidores).

La gimnasta ha superado, a lo largo de sus 24 años de vida, muchas pruebas difíciles. Fue adoptada por sus abuelos biológicos, su madre era alcohólica y toxicómana. En el 2018, alzó la voz revelando haber sido agredida sexualmente por el médico del equipo estadounidense de gimnasia, Larry Nassar, quien hoy enfrenta cadena perpetua por haber atacado a varias ex deportistas olímpicas.

El mensaje de Biles es claro: todos tenemos malos días, todos podemos sentirnos mal y está bien, tenemos derecho a retirarnos cuando sea necesario sin sentir culpa.

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