Una de las corporaciones de auxilio más arraigadas en Monterrey esta al filo de la muerte, la agonía de la Cruz Verde ya inició al cerrar al público sus servicios de atención médica en los puestos de auxilio.

El cierre laboral que se presento ayer en las diferentes instalaciones de la Cruz Verde, es sin duda la crónica de un crimen ya anunciado.

Mucho se hablo desde hace poco más de medio año de la falta de control y desorganización que existía al interior de la corporación. Serenatas en horas de servicio a bordo de las ambulancias que se suponía debían estar brindando servicio de auxilios y no sirviendo de carruaje a los paramédicos enamorados, responsables de turno que dormían plácidamente mientras debían estar al pendiente de los auxilios que requería la comunidad, y personal primordiando tomarse selfies con una pistola de juguete puntando a sus cabezas para alardear de una masacre en un colegio de la entidad no fueron más que el inicio de una crónica que anunciaba no sólo el declive de una corporación, sino principalmente de los malos manejos financieros que después llevarían a más de una decena de rescatistas a ser despedidos sin liquidación alguna.

Lo ocurrido este lunes sí tiene un nombre, «descaro», pues independientemente de que la ley haya cambiado y limite que se otorguen recursos a la institución, la ordeña de finanzas no fue precisamente sutil, para permitir que quienes por años entregaron su vida a salvar vidas y rescatar personas, incluso descuidándose a sí mismos, hayan salido de la institución con una patada en el trasero otorgada por personal de gobierno, que lejos de hacer una auditoría real, se fue por el camino fácil, cortar cabezas.

Y es que es simple y claro, vivimos en México, un país que prefiere otorgar recursos para mantener políticos que brindárselos a instituciones que buscan el bien de la sociedad, es preferible dejar sin chamba a rescatistas y dejar sin atención médica de acceso económico a quienes no tienen recursos suficientes, que permitirse el lujo de dejar de embolsarse unos pesos, al fin y al cabo el 2018 y sus elecciones están a vista próxima.

¿Qué importa si ya van más de tres meses que esos paramédicos despedidos sin previo aviso no tienen trabajo o alimento para llevarse a la boca, pues siguen sin ser finiquitados?, ¿Qué importa que hoy en día sólo seis de las decenas de radiantes ambulancias con las que contaban estén a medio funcionar por la falta de mantenimiento?, ¿Qué importa ya que niños, jóvenes y adultos se queden sin una atención médica económica?, no, nada de eso importa, pues es pasado, un pasado que sólo a los afectados les duele, les puede y les interesa.

Lejos quedaron aquellos tiempos en que, quienes en Cruz Verde laboraban portaban con orgullo y con amor su uniforme, pues sabían que su labor era ayudar a salvar vidas. Lejos quedo la loable labor de esta institución que paradójicamente hoy no puede salvarse a sí misma, ni a quienes la mantuvieron con vida durante tantos años.

Hoy sus luces se apagaron, y sinceramente no sabemos si a alguien le interese volverlas a encender.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí