En el sitio Vanguardia.com, aparece el video “¿De qué murió Poncho?”, donde profesores y los padres del menor, -quien falleció el 2 de diciembre de 2013-, relatan el momento en que murió en el patio de la escuela durante la clase de educación física.

“No vi en qué instante se desvaneció. Yo recuerdo que estaba con ellos a la hora de deportes y fue cuando yo me acerqué… vi que no reaccionaba entonces le hablé a uno de los chicos que fuera por la enfermera”, señala Isabel Meléndez, maestra de Poncho.

Por su parte los padres del menor cuentan cuando recibieron la llamada de la escuela para notificarles que el pequeño se encontraba en un hospital. “Llegué al hospital, pregunté por él y entonces sale un doctor y me dijo que mi hijo había muerto de un infarto, ¿cómo puede ser que un niño de 12 años muera de un infarto?, pensé… me puse a gritar como loca y dije que no, que no era cierto que estaba mal, que ese no podía ser mi hijo”, cuenta la madre.

Ponchito padecía hipertensión y tenía el hígado graso

La doctora Silvia Orozco Aviña, presidenta, directora y fundadora de la Zona en México, expone que, lo que está sucediendo con los infartos infantiles, es un fenómeno que ya se  esperaba. El doctor Barry Sears, creador del concepto de la Zona, ya lo había pronosticado hace más de 20 años, en el que explicaba que, no habría ningún monto económico en el sector salud, privado y público, que costeara realmente los efectos que causa el estilo de vida acelerado, de una mala nutrición y de estrés proinflamatorio en los niños. Lo que sucede, es que las mamás modernas de los niños que tienen obesidad infantil y que están padeciendo hipertensión-. Ponchito estaba cursando hipertensión a los escasos doce años-. Además, en la necropsia realizada por el doctor Javier Hernández, detectó que el escolar tenía hígado graso, y que falleció a consecuencia una obstrucción en las arterias coronarias. La grabación del infarto al miocardio de Ponchito despertó la conciencia no solamente del sector salud, sino también en el público en general, de que tenemos que hacer algo diferente, tanto en nuestro estilo de vida nutricional, como en un estilo de vida sedentario.

 
 

No más Ponchitos

Van tres generaciones de mamás-explica la doctora Orozco- que no decidieron cambiar los hábitos nutricionales, y aunque sean obesas o delgadas, están generando niños, que desde el vientre materno ya tienen el daño en las arterias y en el corazón. Esta nueva ciencia, se llama Programación fetal, que nace precisamente por la inquietud de saber, por qué razón un niño de ocho, diez o doce años de edad está teniendo un infarto agudo al miocardio y cae repentinamente después de un esfuerzo, que físicamente no es tan exagerado. En el caso de Ponchito no era una obesidad exagerada, tenía sobrepeso, pero hemos visto otros casos de niños que son mucho más obesos y que no tienen infarto. Lo que está sucediendo y que hemos estado platicando desde hace más de 30 años, y que queremos levantar la mano a la comunidad médica, a los papás, a la gente que está atendiendo a esos niños y a la sociedad entera en nuestro país, y que no nos han hecho caso, que el infarto agudo al miocardio en estos niños-Ponchito y Juanito, un niño peruano, que falleció en las mismas circunstancias que el primero-, no dio aviso alguno.

Etapa silenciosa

En el caso de Ponchito, fue una etapa silenciosa de más de diez años. Repito, van tres generaciones más de niños y jóvenes, que no sólo están padeciendo infarto y obesidad, sino que están padeciendo Insuficiencia Renal Crónica (IRC). Asimismo, la IRC se ha incrementado en los últimos seis años entre las edades de 17 y 21 años de una manera impresionante, sin ser diabéticos, sin ser obesos, porque también la inflamación celular se encuentra en los jóvenes y están dañando a sus riñones sin tener una causa aparente, y es una epidemia. Por eso nace esta nueva ciencia (Programación fetal), para intentar que, la madre, durante el embarazo, cuide los niveles de inflamación celular-refirió nuestra entrevistada.

Los niveles normales de Inflamación Celular

La ciencia actual revela que las madres que fuman, que consumen en exceso azúcares, harina, cereales, granos, refrescos, jugos, chocolate, y comen muy pocas proteínas en el embarazo; están gestando en su vientre Inflamación Celular Intrauterina (ICI). El embarazo es la etapa más inflamatoria que existe, porque la inflamación surge cuando la madre come alimentos no saludables. En la actualidad, es muy común el embarazo de tres o cuatro bebés; el esposo y la familia, piensan que debe comer mucho más cantidad que antes. Por supuesto, la madre debe comer más cantidad, pero solamente 120 calorías más al día por cada bebé, y un balance nutricional perfecto. El embarazo es la etapa más inflamatoria, porque el bebé succiona de la madre, todos los nutrientes favorables e antiinflamatorios, sin embargo, qué sucede cuando la madre no los tiene, en vez de cuidar su alimentación consume refrescos, fuma, además no quiere verse gorda; prácticamente cuida su salud, pero no consume las suficientes proteínas, que benefician al desarrollo cerebral y físico del niño, y mucho menos, se miden las mujeres embarazadas, los niveles de inflamación celular (IC), que para una embarazada debe de ser cinco, y están detectando a mujeres embarazadas con niveles de 20, 30, 40 y hasta en 50 niveles de inflamación celular; algunas son delgadas, otras son obesas. Por lo tanto, la programación fetal durante el embarazo significa lo que la mamá come, lo que no come, cómo maneja sus emociones, los nutrientes esenciales que ella consume o los que no consume, son los que están programando a la obesidad al futuro bebé. México tiene el deshonroso primer lugar en obesidad infantil y diabetes a nivel mundial; y también las madres están programando a sus niños a las enfermedades del corazón.

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