Ha resurgido de nuevo el tema en las redes sociales de si debe de creer o no en la ciencia, en lugar de tener fe en cosas “divinas” o “sobrenaturales”. El problema viene cuando nos vamos a cotejar que tan verificable es una cosa en comparación de la otra.

En varios grupos y cuentas de redes sociales han salido con el tema de la evolución biológica del hombre, con su relación con el tema del nuevo coronavirus de origen chino, algo que no tiene que ver una cosa con la otra, pero a los conspiranoicos o personas que solo les gusta discutir por todo, o que padecen del efecto Dunning Kruger, quieren imponer su voz por encima de los demás.

Surgieron algunos alegando que, según ellos, nunca se encontró el “eslabón perdido” de la evolución humana, pero estas personas, evidentemente, no tienen estudios de biología contemporánea como sus palabras dejan ver. No hubo un solo “eslabón perdido”, se han encontrado muchos de ellos, por mencionar algunos está el homo rudolfensis, el homo rhodesiensis, el homo neanderthalensis y el homo floresiensis. La biología no miente, pues es corroborable y sus evidencias se someten a pruebas para corroborar si se está en lo cierto o en un error, que, de encontrarse, se corrige, como se ha hecho varias veces. A eso se llama rectificar y corregir información, y eso genera avance en el conocimiento.

En el pasado muchos decían «todo vibra, todo es energía», pero hoy se sabe a ciencia cierta que todo es materia, y sí todo vibra, pero es por mecanismos atómicos que nada tienen que ver con lo espiritual o con lo místico, más bien tienen que ver con lo mecánico. Es la denominada mecánica cuántica, no la «física cuántica», eso es un timo sin base ni sustento real.

Gracias al conocimiento que nos da la ciencia podemos comprender una inmensa cantidad de fenómenos que ocurren en nuestro mundo, fenómenos que van desde lo químico hasta lo antropológico. Y esto es gracias a que la mejor forma de llegar a entender y comprender la totalidad de los fenómenos que se dan es nuestro mundo es por medio del método científico, que nos puede brindar la posibilidad de verificar reiteradamente los resultados de las pruebas que realicemos para constatar todo aquello que nos interesa indagar.

Existen algunos fenómenos que no están del todo esclarecidos, pero eso no indica que no tengan una explicación, solo indica que hay que indagar más profundamente para alcanzar esas respuestas y solucionar esos «misterios» que rodean a algunos fenómenos de nuestro mundo. Por eso es tan importante la educación académica a nivel científico. La enseñanza de las ciencias naturales no debe de estar limitada o impedida por nada ni por nadie en las escuelas. Todo niño y joven debe de tener acceso a la ciencia.

Es muy lamentable que hoy en día, existan corrientes de pensamiento que le ataquen y busquen la censura del saber científico; exigen que se tenga fe en sus ideas y creencias como si fueran los dueños de la verdad absoluta, y atacan a capa y espada todo lo que rompa con sus creencias y supersticiones. Son los impulsores del actual neo-oscurantismo que hay en muchos medios de comunicación y en las redes sociales.

La ciencia nos permite abrir la mente al auténtico saber del universo, por eso la ciencia no necesita que le tengas fe, ni la pide. En la ciencia puedes confiar a ciencia cierta, que es muy distinto a tener una fe ciega que te somete y subyuga a un dogma que no permite ser cuestionado ni puesto en duda. La ciencia es todo lo contrario, te permite ponerla en duda y cuestionarla, pues solo así podemos saber si es cierta o es falsa, esa es su gran virtud. Te permite ejercer la principal cualidad o facultad que tiene el ser humano y que nos separa de los animales salvajes, el ser libre y abiertamente inquisitivos.

El censurar el derecho y libertad de cuestionar o poner en duda alguna idea o postulado, es equivalente a deshumanizar a la persona, en cosificarla y rebajarla a una mera masa contable, sin voz ni voluntad.

Por eso si tus hijos o hijas, desean estudiar y dedicar su vida a la ciencia, no se los impidas «porque es un campo de trabajo muy difícil», pues es de los pocos que valen la pena, que enaltecen los valores y virtudes humanas tanto como el arte, la cultura o el deporte.

A diferencia de la fe o la religión, la ciencia sí funciona, aunque no creas en ella, por eso debes de vacunar a tus seres queridos si realmente los amas, por eso debes de alimentarlos balanceadamente y hacer ejercicio, y que los alimentos transgénicos sí son benéficos, pues la ciencia ha constatado que es lo sano, y es lo correcto. No ha faltado quien ha utilizado a la ciencia con fines malignos, pero eso no es lo normal ni lo común. Incluso muchos han sacrificado su salud, y hasta su vida, por el avance de la ciencia, pues el avance de la ciencia es directamente proporcional al avance de la humanidad.

Ahí se los dejo de tarea.

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