La Máquina Celeste de la Cruz Azul se despide del Estadio Azul con una victoria de 2-0 sobre el conjunto de Monarcas Morelia.

Cruz Azul llega a 19 puntos y todavía sueña con llegar a la próxima liguilla.

La afición se dio cita a la Colonia Noche Buena de la CDMX para visitar por última vez el estadio que acogió por veintidós años a su equipo. Se trataba de un recinto verdaderamente histórico, sede de gloriosos enfrentamientos y momentos inigualables, se trataba del Estadio Azul.

Dato: El primer partido en Primera División en la historia de Monarcas Morelia fue el 14 de julio de 1957, justamente en el Estadio Azul. Ahora lo visitaba para darle el último adiós.

Cruz Azul comenzó a tambor batiente el partido y metió a Monarcas en su cancha hasta el grado de tener las primeras oportunidades claras de gol.

Del minuto 5’ al 6’ se presentaron dos jugadas inverosímiles, pues en este lapso de tiempo, el poste michoacano resintió un doble impacto consecuencia de avisos celestes.

Primero con un trallazo autoría de Javier Salas que se estrelló de lleno en el vertical izquierdo y después un cabezazo de Ángel Mena que no fue bien dirigido y que pegó en el horizontal superior.

Dramática justicia.

La Máquina Celeste jugaba tal vez sus mejores minutos del torneo y al minuto 10’ la justicia se hacía presente en el Estadio Azul.

Adrián Alderete mandó un centro al área, en donde se encontraba Martin Cauteruccio quien cazó de buena manera la pelota y luego de chocarla por tercera y enésima vez en el palo, el uruguayo tuvo la ambición de ir a buscar la redonda y ahora si poner el primero en el marcador.

La locura de la gente se desató y el recinto celeste vibraba de total algarabía.

Los cementeros jugaban de manera solvente, se sentían muy cómodos y se vislumbraba alegría cada vez que los futbolistas circulaban la pelota a su favor.

Con el pasar de los minutos, Morelia fue tomando confianza y logró apaciguar un poco el ímpetu celeste. Los dirigidos por Roberto Hernández no tardarían en tocar la puerta visitante y poner en aprietos la zaga local.

Al 31’ la Monarquía tuvo una de las más importantes, una jugada a velocidad por sector derecho terminó por centrar un balón hasta el área cruzazulina, donde se encontraba Ray Sandoval, quien no pudo dirigir su disparo a portería.

Morelia desaprovechó su oportunidad, pero el que no lo haría fue Cruz Azul, quien pegaba de segunda manera en el partido.

En una descolgada, los de Pedro Caixinha tuvieron como jugada clave un pase filtrado al frente, en donde Cauteruccio sirvió de manera inteligente a su compañero Ángel Mena, que sin portero no tuvo ningún tipo de problemas para definir el segundo la máquina.

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Esta anotación fue muy discutida por un supuesto fuera de lugar, sin embargo la jugada no permite definir de manera concreta esta posibilidad.

Luego de 15’ minutos de descanso, Cruz Azul y Morelia saltaron al terreno de juego de nueva cuenta para definir el rumbo total del partido.

Monarcas jugaba mejor, tuvo ciertas oportunidades a base de jugadas  balón parado pero no tuvieron esa contundencia para descontar el marcador.

Por su parte, el conjunto local daba la impresión que tomaba la postura el contragolpe, pues esperaba de manera excesiva a loa rojiamarillos. Eso sí, en una de esas estuvo a punto de conseguir el tercero cuando Carlos Fierro sacó un disparo de larga distancia que puso a volar a Sebastián Sosa.

El encuentro cayó en un trance semi lento y el tiempo fue despidiendo a un Estadio que durante más de  dos décadas recibió de local a uno de los clubes más grandes del futbol mexicano. El adiós estaba consumado, la máquina se despedía de su más preciada casa con una victoria de 2-0.

Con este resultado, Cruz Azul llega a 19 puntos y todavía tiene posibilidades matemáticas de liguilla, mientras que Morelia se queda en 23 y aplaza su hipotética clasificación a la Fiesta Grande.

 

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