El ataque a IRIB en Teherán deja muertos y aviva la tensión en Oriente Medio
Un nuevo y preocupante capítulo en la escalada del conflicto entre Irán e Israel se registró este lunes con un ataque aéreo lanzado por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) contra la sede de la televisión pública iraní IRIB, ubicada en el noreste de Teherán. El bombardeo ocurrió durante una transmisión en vivo, provocando momentos de caos que fueron captados por las cámaras antes de que la señal se interrumpiera momentáneamente.
Según informaron medios oficiales iraníes, varios trabajadores de la cadena estatal perdieron la vida. En redes sociales comenzaron a circular videos del momento exacto de la explosión, donde se escucha una fuerte detonación mientras una presentadora queda desconcertada en medio del noticiero. Minutos más tarde, el canal volvió al aire con un mensaje de resistencia encabezado por el director de la emisora, Peyman Jebeli, quien apareció en pantalla mostrando un periódico manchado de sangre y afirmando que “la televisión del pueblo resistirá hasta el final”.
La ofensiva israelí se enmarca dentro de la llamada “Operación León Naciente”, una campaña militar lanzada el pasado viernes con el objetivo de desmantelar infraestructura nuclear y bases militares estratégicas en territorio iraní. Las autoridades israelíes aseguran que el edificio de IRIB funcionaba como un “centro de comunicaciones con fines militares” encubierto como medio de comunicación civil, y que su destrucción afectó directamente la capacidad operativa del ejército iraní.
Antes del ataque, el gobierno de Israel había ordenado la evacuación urgente del tercer distrito de Teherán —una zona densamente poblada donde viven más de 300,000 personas— anticipando el operativo. “El megáfono de propaganda e incitación iraní está a punto de desaparecer”, advirtió el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, en un mensaje que generó reacciones en medios internacionales.
Mientras tanto, Irán respondió desde el viernes con el lanzamiento de decenas de misiles balísticos, algunos de los cuales lograron esquivar el sistema defensivo israelí conocido como Domo de Hierro. La tensión continúa escalando. El Ministerio de Salud de Irán reportó hasta el momento más de 200 muertos, la mayoría civiles, mientras que la cifra de fallecidos en Israel se mantiene en 24, de acuerdo con información de la oficina del primer ministro.
Los ataques cruzados entre ambos países han dejado una estela de destrucción y temor en la región, mientras la comunidad internacional lanza llamados urgentes al diálogo y la contención. Sin embargo, hasta ahora no hay señales de desescalada. La guerra mediática también forma parte de esta nueva etapa del conflicto: Israel ha puesto en la mira no solo centros militares, sino también los canales que considera parte del aparato de propaganda del régimen iraní.