• “La creciente valorización de la fotografía en toda su riqueza, tanto por las diversas posibilidades de lectura que ofrece, la capacidad de expresarse artísticamente, y su valor documental hacen de ésta un elemento fundamental que permite dar cuenta de las trasformaciones de la sociedad y al mismo tiempo del espíritu de las épocas para la conservación de la memoria de los individuos”.

“En las fotografías, la imagen posibilita un acceso privilegiado a los elementos que constituyen la identidad de cualquier sociedad”, manifestó hoy el destacado fotógrafo Juan Carlos Valdez Marín, director del Sistema Nacional de Fototecas-Fototeca Nacional del INAH en su conferencia La fotografía, expresión y memoria, que ofreció hoy dentro 19 Encuentro de Fotografía: El reordenamiento de los patrones de la imagen que se realiza en la ciudad.

“En realidad no vemos lo que fotógrafo vio, sino el cómo nos vemos y cómo somos vistos, esa es la riqueza y polisemia de la fotografía. La creciente valorización de la fotografía en toda su riqueza, tanto por las diversas posibilidades de lectura que ofrece, la capacidad de expresarse artísticamente, y su valor documental hacen de ésta un elemento fundamental que permite dar cuenta de las trasformaciones de la sociedad y al mismo tiempo del espíritu de las épocas para la conservación de la memoria de los individuos”, señaló.

El 19 Encuentro de Fotografía: El reordenamiento de los patrones de la imagen, se realiza del 22 al 24 de septiembre, organizado por el Conarte a través de la Fototeca Nuevo León del Centro de las Artes.

Qué es la memoria

Pero, ¿qué es la memoria?, cuestiona Juan Carlos Valdez Marín.

“Algunos comentan que es la codificación, almacenamiento y recuperación de la información; otros explican que memoria nos permite recordar acontecimientos, ideas, relaciones entre conceptos, sensaciones, y en definitiva todos los estímulos que en algún momento hemos experimentado y hay quienes la definen como historia”, indicó.

Pero a diferencia de la historia, dijo, la memoria es un fenómeno en presente e imperecedero. La memoria se asienta en recuerdos particulares o simbólicos.

La diferencia entre memoria histórica y colectiva

“Considero importante que también debemos diferenciar entre dos conceptos que se manejan como sinónimos y que son: la memoria histórica y la memoria colectiva; la memora histórica se refiere al recuerdo de eventos generados por el estado o el grupo dominante, mientras que la memoria colectiva es recordar eventos significativos para el colectivo, es decir: la memoria de los hechos como proceso de grupo”, explicó.

La memoria colectiva, añadió, es un instrumento a través del cual se mantiene el recuerdo de eventos sobre el pasado conjunto y compartido y para ello la fotografía es un auxiliar en el desarrollo de este tipo de memoria.

Es así, apuntó, como nunca, que se es testigo de lo ya ocurrido, los sucesos más trascendentales o los privados, los paisajes de lugares lejanos y los rostros de los ancestros.

“A través de la lente de la cámara o de dispositivos digitales, el pasado se hizo contemporáneo y el presente, se redujo a una iconografía compartida”, expuso.

Hay quienes piensan, indicó, que la fotografía democratizó la realidad, pero no es así.

“Hacer fotografía nos democratiza. No va a ser popular aquello que acontece, más bien, se democratiza el acceso a la información en tiempo real y actualmente con el abaratamiento y el gran acceso a los dispositivos móviles se democrática el uso de la imagen, más no los sucesos”, consideró.

La fotografía documental

“En la fotografía hemos reconocido, y aún estamos aprendiendo a hacerlo, sus cualidades documentales, sin embargo y no obstante su difusión y el reconocimiento que actualmente le hemos dado, hay quien aún no le concede importancia ni aceptación como fuente de primera mano y sigue restringiendo su uso como una simple manera de insertar imágenes antiguas o estampitas para ilustrar tesis y textos”, señaló.

“Porque además de estar infravalorada la preocupación por conservarlas e investigarlas es una práctica poco común en las sociedades humanas”, afirmó.

Dadas las características de la imagen fotográfica, mencionó, la precepción social otorga a esta un estatus enteramente vinculado con la veracidad y la realidad, pero como en el caso de cualquier otro medio documental, las fotografías no pueden ser consideradas como una copia o una expresión de la realidad.

“Sino como una representación que contribuye a la creación de imaginarios visuales que deben ser leídos en función de contextos concretos, pues la imagen fotográfica no se puede desvincular de las condiciones sociales de su producción y de su recepción”, apuntó.

Juan Carlos Valdez Marín

Nace en la Ciudad de México. Actualmente es director del Sistema Nacional de Fototecas- Fototeca Nacional del INAH.

Es licenciado en Historia de México por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, con estudios de Biología en la UNAM, así como fotógrafo autodidacta lo que ha favorecido su principal tema de estudio: la conservación del material fotográfico en América Latina.

Ha asesorado a más de medio centenar de archivos fotográficos nacionales y extranjeros y participado como conferencista en más de una veintena de coloquios y encuentros fotográficos en México, Estados Unidos, España, Cuba, Guatemala y Costa Rica, e impartido más de cuarenta talleres sobre conservación fotográfica y de técnicas fotográficas del siglo 19 tanto en México como en España, Guatemala y Cuba.

Entre sus publicaciones se encuentran tres libros sobre conservación fotográfica, cinco cuadernos técnicos y una decena de artículos científicos y de divulgación.

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