Por Ariel González
Séptima entrega de la saga Star Wars a 30 años del Return of the Jedi. Primera película después del retiro de George Lucas (aunque participa como consultor) y la compra de Lucas Film por parte de Walt Disney Company.
Con caras nuevas como Daisy Ridley, Adam Driver, John Boyega, Oscar Isaac,Lupita Nyong’o y los ya conocidos Max von Sydow, Mark Hamill, Harrison Ford, Carrie Fisher y por supuesto Chewbacca en sus anteriores papeles.
Dirigida por J.J. Abrams con menos solemnidad, por el contrario divertida y sin el enredo político de las anteriores. Su primer acierto es precisamente que no es como las precuelas, las críticas remarcando éste punto han sido muy favorables y seguramente será un gran éxito.
La película cuenta ahora con Ray (Daisy Ridley), Finn (John Boyega) y Poe (Oscar Isaac) entre otros, en la búsqueda de Luke Skywalker. Nuevamente veremos combates con naves, pistolas tipo blaster, sables de luz. El nuevo villano es un guerrero Kylo Ren (Adam Driver) resulta todo un acierto, si a eso se agrega la música de John Williams, quien ganó el Óscar en 1978 por La guerra de las galaxias (1977) eleva más el film.
Fans o no de la serie se disfruta en grande, la presencia de Harrison Ford impacta desde su aparición y causa la mayor parte de las risas.
Habrá dos secuelas, que se exhibirán en 2017 y 2019 respectivamente, y si son como ésta o mejor aún la superan, tendremos mucha diversión con esta grandiosa franquicia.
Nos queda claro, que el talento y la calidad no están peleados con películas que se pueden ver en familia.
