A pocos días de ser elegido el nuevo presidente de México, el sentido común nos indica que el gobierno de AMLO no llevará a la ruina al país, así como tampoco lo convertirá en Suiza. Sin embargo, la incertidumbre radica en lo alta que el mismo “se puso la vara” con la cantidad de promesas absurdas que le hizo a sus seguidores y ahora se siente obligado a cumplir.

Algunas de ellas son: la mudanza de Los Pinos (que no será gratis), la venta del avión presidencial, las consultas a mano alzada para resolver cuestiones tan delicadas como el derecho de las mujeres a abortar o la adopción para parejas del mismo sexo, y, por mucho el capricho más costoso de todos, la descentralización de las secretarías de Gobierno.

¿Cuánto dinero costará desperdigar todas las secretarías (CONAGUA, SEP, CONACYT, CONACULTA, PEMEX, y un largo etcétera) a lo largo y ancho del país? ¿Cuánto tiempo tomará?, y la pregunta más importante… ¿Para qué?

En su columna de hoy, en el periódico Milenio, Carlos Marín revela lo engorroso que fue en su momento trasladar las operaciones del INEGI a Aguascalientes: con una duración de dos años y el costo de seis millones 700 mil pesos por el traslado de cada burócrata. En su momento fueron 3 mil los reubicados, nada que ver con los 17 mil empleados que tiene en este momento la SEP, por poner un ejemplo, que quieren trasladar a Puebla.

El costo estimado de toda esta “mudanza” es de 125 mil millones de pesos, además de 22,805 millones para estudios y evaluaciones; esto según las estimaciones de AMLO.

López Obrador justifica esta ocurrencia con una ambigüedad, dice que de esta forma habrá “crecimiento parejo en los estados” y “reactivará la economía del país”. Sin embargo, en ninguna nota o comunicado explica cómo es que el traslado de una oficina gubernamental genera alguna derrama económica.

El financiamiento de este capricho se busca obtener a través de “fuentes de capitalización que no sean préstamos, sino capital de riesgo”, pero… ¿Por qué una empresa invertiría en la mudanza de una secretaría de gobierno? ¿Cuáles serían los beneficios para ese inversor privado?, seguimos en la misma dinámica de campaña… prometer sin explicar de dónde saldrán los recursos.

En información obtenida de la página de MORENA (https://morena.si/archivos/16512), López Obrador aclara cómo convencer a los trabajadores de un posible traslado:

“Nada por la fuerza, afirmó, todo por la razón y el derecho. Los vamos a convencer. Los trabajadores mejorarán sus condiciones de vida; tendrán crédito para vivienda; jubilaciones anticipadas; aumento salarial; permuta de plazas y otras garantías”

Todo en este capricho suena a gasto, no a crecimiento económico. No creo necesario recordar que los beneficios con los que pretenderán convencer a los burócratas de mudarse saldrán de nuestros impuestos.

Extrañamente, Alfonso Romo (virtual jefe del gabinete de AMLO) habla de un “fuerte recorte” de personal debido a la descentralización (Nota de Excelsior), esto es bastante lógico tomando en cuenta que no todos aceptaran trasladarse, así que además hay que contemplar las liquidaciones que se les tengan que dar a estos trabajadores.

Así pues, todavía no queda claro de donde saldrá el dinero para cumplir con todas estas reformas (las necesarias y las caprichosas) de la “cuarta transformación”. No comprendo como el gasto del traslado de secretarías puede empatar con el discurso de “austeridad” en el nuevo gobierno.

Solo queda esperar y confiar en que el “cambio” sea lo menos decepcionante posible.

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