En respuesta a los aranceles que Estados Unidos impuso al acero y el aluminio, China impone aranceles entre el 15 y 25% a 128 productos importados estadounidenses, incluidas las frutas y carne de cerdo.

China aplicará aranceles de entre 15 y 25 % a 128 mercancías importadas de Estados Unidos como represalia a las medidas tomadas por el gobierno de Estados Unidos de imponer medidas arancelarias al acero y aluminio las cuales han causado un fuerte impacto en las industrias chinas.

Por lo que desde este inicio de semana, informó el Ministerio de Finanzas, China ha impuesto aranceles a 128 productos importados estadunidenses, incluidas las frutas y carne de cerdo.

Aclaró que dicha medida está encaminada a equilibrar las pérdidas causadas por los aranceles impuestos por Estados Unidos sobre los productos de acero y aluminio que importa desde el gigante asiático.

“Con el objetivo de proteger nuestros intereses y compensar el daño causado por las medidas adoptadas por Estados Unidos, a partir del 2 de abril, China cesa sus obligaciones de reducir los aranceles aduaneros para 128 productos de siete categorías importadas de Washington”, afirmó.

Este incremento arancelario afecta en un 15% a 120 artículos, incluida la fruta, whisky, productos químicos, el vino y cigarrillos; y en un 25% a ocho productos más, incluido la soja, los coches y la carne de cerdo. China asegura que está en su derecho de tomar este tipo de acciones debido a que son: “medidas legítimas para seguir las reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y salvaguardar sus intereses”.

Esta acción marca una nueva etapa en la guerra comercial entre las dos principales economías mundiales, que afecta en conjunto a productos valorados en 100,000 millones de dólares.

«Cualquier intento de poner a China de rodillas con amenazas e intimidaciones nunca tendrá éxito. Tampoco tendrá éxito esta vez», dijo el miércoles el portavoz del ministerio de Exteriores, Geng Shuang, en una rueda de prensa.

«No hay ganadores en una guerra comercial, y el que la inicia se hace daño a sí mismo y a los demás», añadió el portavoz, explicando que ha llevado la cuestión de los aranceles estadounidenses ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).

El impacto de la medid Chica afecta en gran medida a la economía norteamericana, al gravar arancelariamente productos clave de la economía estadounidense como la soja o los automóviles. Una tercera parte de la producción de soja estadounidense se vende en China (14,000 millones el año pasado), un producto además que procede en gran parte de los estados rurales, los mismos que votaron mayoritariamente a Donald Trump en las presidenciales de 2016.

Los aranceles también afectarán a las aviones estadounidenses de menos de 45 toneladas -más pequeños que los aparatos comerciales que fabrica Boeing-, como los jet privados Gulfstream V y otros similares que usan la élite china.

Posterior al anuncio hecho por Pekin, sobre las medidas arancelarias que impondrá a su país, Trump aseguró el pasado miércoles que los dos países «no están en una guerra comercial», ya que ese conflicto «se perdió hace muchos años, por la incompetencia de los representantes estadounidenses».

Esta declaración la realizó Trump desde su cuenta de Twitter, cargando contra sus predecesores, referenciando a la gestión de Barack Obama. «Ahora tenemos un déficit comercial de 500.000 millones de dólares al año, al que se suma un robo de propiedad intelectual por 300.000 millones de dólares. ¡No podemos dejar que esto continúe!», agregó.

Estos comentarios parecen contradecir lo que el mandatario estadounidense declaró hace unas semanas cundo dijo: «Cuando un país pierde miles de millones de dólares en comercio con casi todos los países con los que tiene negocios, las guerras comerciales son buenas y fáciles de ganar», tras el anuncio del acero y el aluminio.

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