La noche del sábado, Alex Lora y El Tri festejaron de forma espectacular medio siglo de rock. Más de 4 horas de música, invitados especiales y una fastuosa producción, es lo que experimentaron los seguidores de esta banda legendaria en la Arena Monterrey.

Cuando las luces se apagaron a las 9:25, las 9,000 personas en el recinto vieron sobre el escenario a danzantes prehispánicos que precedieron a una retrospectiva en las pantallas, es la carrera de Alejandro Lora, el músico que se convirtió en icono del rock nacional a lo largo de 50 años.

Apareció en escena el festejado y arrancó fuerte la maratónica tocada con “El boggie del Tri”, “La raza más chida” y “Nostalgia”. Desde los primeros acordes, el público celebró todo al roquero.

“¿Están siendo felices, niños?”, preguntaba Lora a su gente, provocándolos con las consignas sociales típicas de sus conciertos. Críticas a la corrupción de la clase política y al presidente “Enrique Gavioto”, incitaban al publico a mentar madres mientras sonaban los primeros acordes de “Abuso de autoridad”.

Desde sus inicios, Alex Lora y Three souls in my mind se caracterizaron por las letras en español con fuerte carga social, “Abuso de autoridad” consignaba que vivir en México es lo peor por el mal gobierno y la censura en las tocadas de rock, en las que ya solo va a poder tocar el hijo de Díaz Ordaz.

Las imágenes en las pantallas, las coreografías y el fuego sobre el escenario, daban color a las interpretaciones de El Tri. Las clásicas “Maldito vicio”, “Nuestros impuestos” y “Violencia, drogas y sexo” se alternaban con los éxitos “San Juanico”, “Metro Balderas” y “Niño sin amor”.

El primer invitado en felicitar a Alex Lora fue el standupero regiomontano José Luis Zagar; poco después tocaría el turno a Chetes, interpretando “Pobre Soñador”, y Pato Machete con el himno “Perro Negro”.

La Leyenda hizo bailar a varias parejas presentes, sus covers norteños de “Oye cantinero” y “Dama de los callejones”, fueron bien recibidos y coreados por la banda roquera.

Las colaboraciones mas festejadas de la noche fueron de El Gran Silencio y Morenito de fuego. El Gran intervino las canciones “F.Z.10” y “Vicioso”; mientras que Morenito versionó en ritmo reggae “Chavo de Onda” y “Chilango incomprendido”, esta última interpretada magistralmente por la regia Renee, de quien Alex Lora exclamó: “Canta chingón esa chavita”.

El concierto seguía y la raza no se cansaba de festejar. No faltaron las interpretaciones de Chela Lora, la “domadora” de Alex, y la música con mariachi tocando “El Rey” de José Alfredo Jiménez.

Las catárticas “Todo por el rocanrol” y “Me vale madres”, pavimentarían el camino a la Sinfónica Esperanza Azteca, quien, entre bailarines con luz neón y juegos pirotécnicos, acompañaría a El Tri en la recta final de la velada.

La emotividad de “Virgen morena”, las catrinas danzando en “Todo es materia” y los monociclos circenses en “Cuando tu no estas”; dieron paso a la indispensable “Las piedras rodantes”, con la cual exprimió del publico las últimas gotas de sudor antes de abandonar el escenario.

Los gritos de culeeeerooo, culeeeerooo exigieron el encore. “Creo que nos están hablando” diría Alex Lora antes de cerrar con “A.D.O”, acompañado de todos sus artistas invitados y bailarines, entre enormes columnas de humo y papeles color oro-plata.

Una noche histórica, de esas que se quedan tatuadas en la memoria, fue la que se vivió en la Arena Monterrey. Sería poco decir que la gente salió feliz, después de más de 4 horas de rock en las que nunca se bajó la intensidad y la producción no paró de sorprender al respetable. Enhorabuena a Alex y Chela Lora, a El Tri, y a los regiomontanos que estuvimos presentes para ser participes de una página brillante en la historia del rock nacional.

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